Maria estuvo muy valiente. Resistió el dolor de las contracciones sin medicina hasta las 10pm. A esa hora, cuando las contracciones llegaban cada dos minutos y se sentía el llanto del bebé del cuarto de enseguida, la intensidad del dolor fue tal que quebrantó nuestro deseo por que el parto fuera lo más natural posible.
Ya desde de las 5pm, habíamos sucumbido a la recomendación de utilizar Pitocin. La doctora Pots lo había recomendado desde las 11am cuando nos examinó por primera vez. En ese momento y de nuevo a la 1pm, le dijimos que queríamos ensayar otras cosas antes de ello.
Caminamos, utilizamos la pelota de yoga, hicimos la posición de cuclillas por dos horas. Aunque parecía que había empezado a dar resultado la enfermera nos dijo que el ritmo cardiaco de Nico no estaba tan activo como debía ser. Y nos quitaron la posibilidad de seguir caminando pues quería monitorear su ritmo cardiaco.
Finalmente a las 5pm, cedimos ante la recordación, pues la regularidad e intensidad de las contracciones no era la esperada. Alrededor de las 6pm, hubo cambio de turno para Pots. Llegó la doctora Seidel. Y a las 7pm cambio de turno de enfermera. A eso de las 8pm, salí en busca de algo para comer. Y a mi regreso al cuarto, encontré a Maria en llanto y a la doctora Seidel entre sus piernas, con una sonda en las manos y la cama absolutamente emparamada.
Mis susto fue percibido por la doctora quien de inmediato trató de explicarme que se trataba de un catéter para medir la intensidad de las contracciones. Pero ante la molestia causada a Maria, la doctora renunció a la idea. A esa altura, dilatación 5cm.
A las 8:45pm, nuevo cambio de enfermera. Una señora Asiática muy estricta pero muy diligente en su profesión. Cautelosamente examinó el registro computarizado de nuestra historia en las últimas diez horas en el hospital. Aumentó la dosis de Pitocin y solicitó a Maria una descripción numérica de la intensidad del dolor en las contracciones. De 1 a 10, Maria dijo 6. Progreso!
Unos minutos más tarde, la dosis de Pitocin volvió a ser aumentada. La escala a 7 y más tarde a 7 y medio y 8 y luego 9. El compungimiento era palpable. Maria solicitaba con su mirada, aprobación para la epidural, como si el dolor no fuera solo el de ella. Una, dos, tres, cuatro contracciones. “No puedo más, quiero la epidural”, me reclamó. La enfermara ya no estaba en el cuarto y me tomó un minuto en ganar la atención de las enfermeras en la estación del piso.
“Muy bien, llamaré a la doctora”, replicó una de las enfermeras a mi solicitud por la epidural. En tres minutos, enfermera, ayudante y anestesióloga estaban en el cuarto. Prepararon los instrumentos y rápidamente instruyeron a Maria en la posición que debía tomar para la administración de la misma. 10 minutos más tarde, el índice de dolor había rebajado, 8 y medio, siete, seis. Ahora solo siente la presión de las contracciones. Pero duerme como una bebita después de la recomendación de Seidel. “Duerma y recupere fuerzas, las va a necesitar. Este alumbramiento será temprano en la mañana.”
martes, 30 de septiembre de 2008
Contracciones, epidural y descanso
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
5 comentarios:
Hola Ricardo Y Maria qe ojala llegue sano el bebe y qe les traiga mucha alegria y felicidad y muchas bendicones son los deseos de Diego y Carmen...
oigannnnnnnnnnnn ya quiero conocerlo fotos por favor para una tia desesperada... TE AMO NENEEEEEE Y ESTOY REFELIZ
Yo también estoy esperando las fotos... quiero conocer a Nico.
Los quiero muchísimo.
Muchas felicitaciones. A disfrutar y a cuidar mucho a Nicolás.
falta mucho pa diciembre?????
Un abrazote.
Tri.
Bueno mi gente, el asunto estuvo un poco "doloroso", pero me imagino que mamá y bebé ya estan super bien! Salomé, Carlos Mario y yo estamos en espera de saber a que hora nació el bebé y de tener datos adicionales.
Los queremos mucho.
Ardo, tienes muy abandonada a tu audiencia que espera ansiosa los detalles de Nico y la nueva vida de papás.
un abracito pa toda la familia.
y un cariñito muy especial al pequeñito Nicolás.
chaito.
Tri.
Publicar un comentario